Doble diagnóstico: vivir con TDAH y TEA

Vivir con un doble diagnóstico de TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) y TEA (Trastorno del Espectro Autista) puede ser un desafío, pero también una oportunidad para comprender mejor el comportamiento, las necesidades y el potencial de cada persona. En este artículo, descubrirás qué significa tener ambos diagnósticos, cómo impacta en la vida diaria y qué estrategias pueden ayudar a mejorar la experiencia cotidiana.

¿Qué es el doble diagnóstico de TDAH y TEA?

El doble diagnóstico implica que una persona presenta características tanto del TDAH como del TEA. Aunque son trastornos diferentes, pueden coexistir y afectar varias áreas del desarrollo como la atención, la comunicación, las relaciones sociales y el comportamiento.

  • TDAH se caracteriza por dificultades para mantener la atención, impulsividad e hiperactividad.
  • TEA abarca un espectro de alteraciones en la interacción social, comunicación y patrones restrictivos o repetitivos de conducta.

Cuando se presentan ambos, la persona puede tener una combinación de síntomas que requiere un abordaje específico y especializado.

Retos comunes al vivir con ambos trastornos

Lidiar con el doble diagnóstico puede traer desafíos únicos, por ejemplo:

  • Dificultad para regular las emociones y la frustración.
  • Problemas para la concentración, incluso con intereses intensos típicos del TEA.
  • Sensibilidad sensorial aumentada que puede intensificar los síntomas del TDAH.
  • Barreras en la comunicación verbal y no verbal que afectan las relaciones sociales.
  • Necesidad de rutinas, pero también presencia de impulsividad o hiperactividad.

Reconocer estos retos es el primer paso para adaptar el entorno y ofrecer apoyo adecuado.

Estrategias para una mejor calidad de vida

Conocer y aplicar técnicas adaptadas a un doble diagnóstico es clave para fomentar la autonomía y el bienestar:

1. Terapias combinadas y personalizadas

Combinar terapia conductual, terapia ocupacional y apoyo psicológico puede ayudar a trabajar las áreas afectadas por ambos trastornos. Un diagnóstico completo permite diseñar un plan integral.

2. Estructuras y rutinas claras

Crear un ambiente con rutinas previsibles ayuda a reducir la ansiedad y facilita la concentración. Usa apoyos visuales para organizar actividades y momentos del día.

3. Apoyo sensorial

Incluir recursos para manejar la hipersensibilidad o hiposensibilidad, como espacios tranquilos o elementos sensoriales que regulen el estado emocional.

4. Comunicación ajustada

Utiliza herramientas comunicativas que se adapten a las necesidades individuales, como pictogramas, lenguaje sencillo o apoyos tecnológicos.

5. Participación y comprensión social

Fomentar habilidades sociales en contextos seguros y promover la comprensión en familiares, amigos y educadores sobre la combinación de ambos trastornos.

Conclusión: una mirada positiva y esperanzadora

El doble diagnóstico de TDAH y TEA no define por completo a la persona, sino que abre la puerta a estrategias específicas para potenciar sus fortalezas. Con comprensión, acompañamiento y recursos adecuados, es posible vivir una vida plena, aprendiendo a manejar los desafíos y celebrando cada logro.

¿Quieres descubrir más sobre cómo apoyar a alguien con este doble diagnóstico? Empieza hoy mismo a crear espacios seguros y adaptados para crecer juntos.


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